La carne ya no es piel, y está tan excesivamente tersa que sabe a plástico y lejía.
La magia del roce ha quedado extinta por completo, no te das cuenta, todo estaba predeterminado, desde el primer momento..
Hasta la posición de las manos está estudiada..
Sus gestos..
Todo, todo eso, también forma parte del estúpido teatro que hemos creado de nuestras vidas.
olaa me gusta tu blog, te sigo a partir de hoy! :)
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