lundi 29 novembre 2010

Ensoñación repentina, sientes algo nuevo cuando miras hacia el Oeste.

Cuando toda esta nebulosa húmeda y densa termine, recorreremos el mundo, pasearemos cerca del río que concibe niebla, sentiremos el frío en la cara, y, cuando todo ello termine, haremos una pausa para mirar hacia el Oeste, emprender un viaje desenfrenado a través de una carretera infinita.
El mundo aquí parece tan desierto que nada duele, el viento sabe a arena y a amarillo., es tan árido que nos quema las fosas nasales. Galopamos al ritmo del aire, y el cielo se encuentra demasiado azul, y demasiado lejano.
Estamos muertos, y cada vez más vivos, tú y yo,
Desconocido.
Estamos vivos con el viento, los días buenos son eternos.
Y podemos sentir el mundo alrededor nuestro.
Y tatuarnos el infinito.

8 commentaires:

  1. qué chulo tía. muy bonito :) muá

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  2. Tenía ya ganas de comentarte que me encantan tus textos, y hoy por fin he encontrado un hueco para decirtelo.

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  3. Me quedo por mucho. Y también por el margen derecho donde he leído "gasolina".

    ;)

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  4. El mundo aquí parece tan desierto que nada duele, el viento sabe a arena y a amarillo., es tan árido que nos quema las fosas nasales. Galopamos al ritmo del aire, y el cielo se encuentra demasiado azul, y demasiado lejano.
    Estamos muertos, y cada vez más vivos, tú y yo,
    Desconocido.


    me refiero a esto, a esta sensación... me resulta angustiante... muy conseguida la imagen!

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