mercredi 14 mars 2012

Mapas de olas.

El hecho de que los cactus crecíeran por influjos del oleaje, hizo que en mi infancia, se cociera algo en aquel patio de luces de azulejos azules.
La vida me ha enseñado a ser demasiado intimista y lo que escribo, es un filtro que acalla e parte lo que llevo dentro, aunque ayude a canalizarlo.
A pesar de todo, quiero afanarme en resaltar el hecho de que nos hubiéramos conocido gracias a aquella afinidad horizontal: la que amaba el mar, tenía los ojos y el verbo salvaje, y el cuerpo acostumbrado a buscarse la vida, los cimientos fueron un bucle que transcurría ágil como el río.
Nos empapamos de historias, de naturaleza y de tila midori.
Los viajes enloquecidos nos insuflaron algo extraño que hizo que nos desarrolláramos la puerta interior, en cierta manera al unísono, y por eso te escribo esto.
Porque me he dado cuenta de la importancia de ese hecho.
Ahora quiero enseñarte cosas:




3 commentaires:

  1. ...y al final sólo damos con la verdadera verdad de la vida desarrollando más y mejor nuestra vida interior, puesto que fuera del cocoloco nada es tan real, ni tan bonito. :)

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  2. Hermoso y elegante. No tengo palabras. Enhorabuena :)

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