Es agradable notar el pleno dominio sobre el material, masa inanimada, y al mismo tiempo, albergue magnífico de vida en potencia.
El contacto contigo me ha sensibilizado y transformado mi naturaleza a causa de la ósmosis con respecto a la naturaleza propia.
Es perfecto, gracias, puedo dominarte, y tú puedes dominarme, conseguir el punto medio sólo es un proceso metódico.
El único problema es que la rutina es parte intrínseca a la metodología... y la rutina es una mierda.
RépondreSupprimer1L!
Seamos hermenéuticos; la máxima es el proceso de input/output entre la materia sensible (uno mismo) y la materia inerme (aún recubierta de vida, es un neonato compuesto por sus propios restos, fallecer sin conocer la vida porque su organismo no está preparando para absorber toda la reluctancia del entorno en cuanto conozca su inamovilidad y obsolescencia)
RépondreSupprimerConozcamos la materia, adentrémonos hasta el tuétano, frío paralizador como el mármol en la yugular, para permitir su soldadura a nuestro vórtice introspectivo.
El punto medio es el proceso hermenéutico, para pasar de la alternancia a la sinergía, pero la masa es cesio, polonio, estroncio, uranio... Hay que envenenar hasta la última de nuestras células para descubrir el recóndito lugar de las partículas indivisibles, la molécula narcótica de los momentos incategorizables :)
Me gusta, eres muy exacta.
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