Delirioancient evocador.

La creación sigue siendo la válvula de escape de mis pasiones. El humo me ha oprimido con rabia y fuerza indómita el corazón/coeur dejándome ahogada a las puertas del Paraíso.
Cuán plástico y árido es este planeta de humos grises,
sólo lo descarnado brilla haciéndose paso mediante cínicas tretas.
La pureza se corrompe cuando intenciones cristalinas son concebidas ante el mundo y cuando, paulatinamente, sus mentes llenas de mierda deshojan el ideal del amor extinto y eternamente inexistente.
La injusticia anida en este presente próximo.., pero el ahora lejano dará la victoria a la prudencia.

Lo impúdico y mate del plástico.

Gracias al infinito que tengo ventanas.., ventanas para expandirme en todos los sentidos que se me permite, la belleza, la lealtad, la pureza, han de corromperse, dejar de ser porcelana para convertirse en vulgar plástico.
¿Tiene acaso algún significado para vosotros el concepto de barrera infranqueable?
La armonía, el olor a madera, ambiente estático, luz estática. Ahora ya nada de eso sirve, lo que debería ser ensalzado, esconde su valor tras lágrimas de tinta.
El Pudor, el blanco, permanece ingrávido e inalcanzable, mientras la belleza que habría de ser infinita, se pudre eclipsada en planos lejanos.
Todo lo que permanece idílico, acaba por pudrirse, en este desenfreno enloquecido, en esta ensoñación asentada levemente sobre bases efímeras.

Es triste, e injusta, esta doma exhaustiva, este intento de dominio de lo sanguíneo, lo visceral, así como también es  triste la ceguera ante el valor real.
Lo que cuenta es el brillo sin violencia.., mis iguales marionetas.
Piensa en Arte e irás conjuntamente.., a galope con el infinito.

Gatitos.

En esa ensoñación de bases efímeras, se clarificó una sólida imagen en el canal de nubes afables, el instinto sanguíneo y visceral de los felinos, dan lugar a aberraciones, contrastes tan pronunciados que incluso desembocan en Arte.
Una aberración tan cruel y artística como la decisión que tuve que tomar posteriormente.
Dos cabezas y gatitos moribundos.
Untados de mantequilla.

Creadores menos que ínfimos, la vergüenza y la lealtad escapan como aire comprimido tras el humo verde.

Y así es...

Y así es el amor y la muerte,

en esta jaula, en este sentirse gris perpetuo.

En estos barrotes de cristal, 

encadenados a mesas color verde hospital.

Todo es contraproducente en esta muerte perpetua...

Pero.., olvidemos, olvidemos,

pensemos en los dos sentidos..,

y en el infinito y sus caminos, 

caminos con grandes ventanales de nubes afables.

Nubes afables y eternidad., 

Lejos de la jaula. 

Decadencia.

Se me marchitan los párpados., 

y lo único que sigo buscando son palabras.

Último piso y cielo.

H. siempre era estival, como el aire impetuoso que golpeaba las ventanas aquella tarde.
Habitaciones desiertas y ruidos lejanos-cercanos.
Patio de luces, cárcel con salida hacia el cielo, como esta ciudad.
Abajo y arriba no se corresponden, no se corresponden.
Abrimos canales, cerebros, y descubrimos relaciones desconocidas.

Flores..

H. y la mímica.

X. se había dado cuenta hace tiempo de que la proyección del mundo variaba según la silla a la que se subiera para contemplarla, X. también sabía que la figura de H. era un mero concepto y que su  apariencia cambiaba temporalmente.
X. no fingía ser frágil, pero a veces se tambaleaba, e incluso resultaba apetecible ante la nueva forma de H., el galán desaliñado, con el pelo tan desordenado y etéreo como sus ideas, mirada aguileña y negra enmarcada por potentes párpados., el gesto preciso en el momento preciso., la mímica precisa, el tono preciso.

Preciso y tambaleante, luz blanquecina y lluvia naranja mojándole la chaqueta en el Septiembre estival.
Te ignoro, te ignoro, te ignoro. (3)
Pensaba H.
Y X. apuraba el whisky., proyectándose a sí misma sin brillo, observando, como un infante, encaramado sobre la silla más baja pretendiendo alcanzar el imposible, la quimera, el regalo,...
Algo en otro limbo ya conocía el futuro, y sabía que el trayecto se tornaba excesivamente exasperante, la quimera era imposible.
Y todo se pudrió con el tiempo.

Mientras H. intenta atraparla en telas de araña falsas, pero a su vez maquilladas con mímica y coherencia.
Coherencia fingida, claro.

Siempre fingida.
Siempre mímica.

El primer viaje lejano.

Un zumbido azulado se proyecta bajo nuestros párpados..., nuestros ojos luchan por ver la realidad, pero deben permanecer cerrados. Algo que no conocemos se expresa a través de nuestra energía.., y es tan hermoso, siento palpitar todo bajo mis dedos, y es una sensación tan plena que se escapa de mi entendimiento.
En mi mente se estableces raras relaciones entre palabras, relaciones que no llegaré a comprender hasta que se produzcan.
Todo es hermoso y trágico, tanto como el estancamiento y la hipocresía que forma parte de nuestra naturaleza, la tristeza y la locura chisporrotean enloquecidas a nuestro alrededor, y mientras tanto tratamos de cerrar los ojos, negándonos a nosotros mismos que quizás afrontarse eso que tenemos en frente, sea la clave.

No puedo escribir más.