dimanche 27 novembre 2011

Naranja.

Existe algo sexual y salvaje en esa sensación de pseudo-dolor, esa sensación de escozor caliente, al rozar las grietas de los labios con el corrosivo zumo cítrico, hay algo erótico y primigeniamente poético en ese acto, dolor y fruición: promesas de viernes de fuego.

2 commentaires:

  1. Genial, como siempre. Un texto muy intenso

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  2. No hay nada como los besos con sabor cítrico, aumentan (al menos a mí sí) el deseo de besar y ser besado. En cierto modo, esos besos palían el dolor del cítrico en los labios y a la vez lo potencian.

    Sensual y salvaje, sin lugar a dudas.

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