S. aún no ha asimilado que no debería seguir oliendo a verano, y cumple este dogma sólo a ratos, líneas de amarillos trazan el horizonte claramente, sensibilizando todas las pupilas que se presten a ello.
Me gustas porque entre las paredes de piedra rojiza he cometido las más sublimes locuras, y te odio porque anestesias mi sensibilidad en parte y me quitas todo el agua.
Pienso mucho en mi casa y en el cielo gris de todos los días de varios meses, pienso que casa no está verdaderamente en ninguna parte,
pienso.
Pienso hoy después de mucho tiempo sin saber controlar mis raudales de pasión,
pienso después del desenfreno y de la destrucción feliz,
pienso,
en si me merezco algo,
en cómo debería continuar
y continuarte-empezarte.
Pues claro que te mereces algo...todo el mundo lo merece...
RépondreSupprimerPor cierto soy Pérfida
Un saludo coleguita