Ya puedo oler Septiembre..
Después de mucho tiempo sintiéndome rara al hacerlo, me he dado cuenta de que tengo un vestigio de vacío infantil,
cómo me duele tener que estropear la dulzura de sus facciones, me duele tanto destrozarlos, es como salir del agua, salir del abrazo cálido, la toalla fría no seca la humedad.
Ahí es cuando te/os/les echo de menos.
En mis sueños aparece.
Lleva tanto tiempo apareciendo..
El conejito rosa sonreía, tuve que arrancarle la cabeza.
soñando con objetos cortantes, que se dirijen a mí dando giros frenéticos.
Maldita lírica conceptual, tiene que ser releída para ser entendida. El problema no es que huelas septiembre, ni que te percates de se acerca, sino más bien que acecha desde mediados de agosto sigilosamente hasta que un 18 de septiembre se avalanza.
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