vendredi 31 décembre 2010

31, barcos y remolinos.

El último día, azuzada por el tiempo que apremia, decidido partirme el cuerpo en dos, y permito la salida de todo lo real, con el cuerpo enfundado y el rostro cubierto bajo una máscara casi pétrea.
Realmente, pienso en lo anterior y me parece imposible que haya ocurrido todo, desde el origen sabemos que nos quedaremos solos, y por ello preferimos resguardarnos del exterior entre montañas de periódicos viejos. Por todo este escaso (pero suficiente por el momento) bagaje, rejas negras de penal, me obstruían las ideas, no obstante, siempre existen  excepciones, por muy extraño que parezca todo.
Prefiero expresarme de forma más críptica, quizás porque soy débil, y no tengo el afán de permitir indagar demasiado dentro de lo que soy, de lo que no estoy muy segura.
Pero bueno, no me sale, aún nos quedan cristales de sal para la vida, iglús de paredes de cartón y viajes a lugares luminosos, bien.
No debo escribirlo aquí, y de hecho no escribiré todo lo que deseo, pero hago una mención, aunque resulte algo patética, mi dedicatoria, porque lo he prometido, y porque debía hacerlo, debía de ser así.

Soy y estoy aquí.
Esto es todo lo que hay.




dimanche 26 décembre 2010

Franqueza enmarcada en patetismo azul.

¿Cómo no quedar rendidos ante su transparente gesto?
Podía leer el revés de las fallidas estratagemas tan sólo buceando en el reflejo de su mirada acuosa.
Todo tan patético y realista a la par, franqueza enmarcada en patetismo azul.
Hay decisiones que no pueden abortarse en momentos concretos, trataba de sofocar la llama imparable y fatal con las palmas de sus manos, pero en esos instantes, todo resultaba frenético y terriblemente energético, fatalmente abocado al final de los finales.
Una última elegía, una última súplica, y el Fin.
Pierrot optó esta vez por taparse la cara con pañuelos y reposar eternamente al sentir el caliente bramido.
El mar muere cada instante a sus pies.

vendredi 24 décembre 2010

La piedra leve.

[Resguardados en un iglú de paredes de cartón de sentencias tan herméticas, tan tajantes, y perfeccionadamente fingidoras, sustentadas por nada (rien).]

Yo desconozco si es por mi naturaleza, pero prefiero conjugar levedad y peso, sin hacer caso de doctrinas, ni sectas, o quizás por tratar de conciliar lo imposible y tratando de insuflar a este mundo hecho de (concrete) algo de idealidad.
Por este afán de combinar aire y piedras, siento necesario, casi de forma instintiva poseer algo físico, quizás un tipo de refugio-penal que me resguarde de la virulencia de todo lo de fuera, donde pueda crear belleza para que ésta quede encerrada dentro de esa espléndida y fatal jaula de oro. Un origen permanente y pétreo donde poder desarrollar levedad y aire que se expanda por ventanas y rendijas. Una representación simbólica de neutralidad, un molde para que la melancolía no rebase los límites.

mardi 21 décembre 2010

Asesinos en la carretera (Magdalena 9).

Hay asesinos en la carretera, y el ritmo lo marca el compás de las gotas de agua.
La lluvia se fusiona al entrar en contacto con nuestra cubierta a 37 grados,
Dios mío, no existo, y tú tampoco.
No exisitimos mientras estemos así, con los brazos sueltos, infinitos, solamenete guiados por el capricho del viento.
No existimos, y estamos felices por ello, el ambiente pastoso se mezcla con la ruptura del estatismo de la caida de las gotas..
Qué felices somos al darnos cuenta de que todos estos enrredos, estos laberintos sin salida, han servido para hacernos comprender la muerte, los extremos que tenemos dentro, el poder que se expande desde nuestros dedos.
Dios mío, nos desintegramos a medida que van pasando los kilómetros, ojalá que el foco de la energía nunca se apague, y que estas carreteras sean igual de eternas que nuestros deseos.

lundi 13 décembre 2010

Subest-

Equis prefería ser subestimada por todos, y escribir mierdas autocompadeciéndose antes de exteriorizar que realmente se daba cuenta de que todos la estaban jodiendo con maquillaje por encima.

j3.

Equis odiaba sentir que había sido malinterpretada, sacada de contexto, pero a pesar de encontrarse sola y agazapada, trató de escupir la voz muy desde dentro. No obstante, nada resultó como debía haber sido.., nada es justo, y nada en este mundo mal montado garantiza que las cosas salgan como debieran salir tomando el camino recto.
Mierda, pensamientos amorfos se amoldaban como gelatina a la ideología que más les favorecía en el momento, todo era inaudito, nuevamente, una broma pesada.

Sólo me queda quejarme,
y eso haré.
Estoy harta.

vendredi 10 décembre 2010

Gemelos enfundados en cuero.

Hoy he visto una mujer real, con las piernas perfectas.